sábado, 27 de marzo de 2010

El amor que nos dan los hijos.


Hoy les hablare del amor que nos dan los hijos, pues siempre hacemos alusión al que nosotros les tenemos, y nos olvidamos un poco del que ellos nos dan.

Les cuento que tengo tres hijos maravillosos, dos hombres y una mujer, han llenado mi vida de amor y me han hecho muy feliz, y no dejo de reconocer todo lo que han hecho para que tenga una vida tranquila y sin contratiempos.

Recuerdo que una vez mi hijo mayor, compro un pastel,-pues iba a ser mi cumpleaños- para que no lo viera lo escondió en un cajón en el que guardaba sus pantalones, lo puso hasta abajo y lo cubrió con la ropa, el tan ansiado día llego y lleno de emoción fue a sacar el pastel, ¿que creen? pues estaba todo aplastado por el peso de la ropa, pero para mi ha sido el pastel mas hermoso que he recibido y nunca se me ha olvidado ese detalle.

En otra ocasión, mi segundo hijo, tenia alrededor de unos cinco años, -cuando mucho- supo que era mi cumpleaños y corrió a la tienda, me compro dulces con dinero que a el le habían dado de domingo, y como no tenia una caja de regalo, metió los pequeños dulces en una caja de cerillos, ese detalle me hizo hasta llorar. ¡Que hermosa es la inocencia de los niños!.

Como olvidar a mi hermosa hija, -que siempre ha tenido detalles conmigo-, cuando era pequeña, me hacia con sus manitas trabajos manuales llenos de amor, yo los recibía como si fueran las joyas mas caras. Ya mas grande, cada vez que era mi cumpleaños, me hacia un riquisimo desayuno acompañado de una flor y lo mas bello era que disfrutábamos nuestra compañía.

Recuerdo también las bellas tarjetas de día de las madres, a veces me daban certificados, como la mejor madre, los regalos lindos escogidos especialmente para mi, total que recuerdos tengo muchos y muy bonitos.

Por eso siempre hay que reconocer que el amor que nos dan los hijos, es único e incomparable, ellos nos ven como sus héroes, sus protectores y las personas que mas los amamos. También es cierto que hay de todo en este mundo, pero hay que apreciar el amor tan grande que nos dan y no olvidar los cuidados que nos prodigan.

Al paso de los años, los papeles cambian, y nuestros hijos pasan a ser nuestros protectores, pues a medida que nos hacemos viejos, nuestras facultades fallan y casi nos volvemos niños otra vez, por eso ellos toman el papel que antes teníamos nosotros hacia ellos.

Todos los que tengan hijos, sabrán de que hablo y no me cabe la menor duda que también tienen historias parecidas, que no olvidaran jamas, por eso nunca dejemos de reconocer ¡EL GRAN AMOR QUE NOS DAN LOS HIJOS!.

1 comentario:

María Elena dijo...
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