lunes, 8 de febrero de 2010

Un corto viaje al D.F.


La semana pasada fui con mi hija y mi yerno a la ciudad de México, ya he ido en ocasiones anteriores, pues mi hijo mayor vive desde hace 18 años ahí. les comento que la ciudad de México es algo impresionante, sus edificios antiguos y modernos igualmente hermosos, se unen para darnos la bienvenida a todos sus visitantes.


Me di cuenta que la ciudad de México no tiene nada que envidiar de otras ciudades, cada edificio, cada casa, cada parque etc. tienen una historia, cualquier cosa que las personas deseen lo encuentran a la hora que sea, hay para todos los gustos, teatros, cines, centros comerciales, parques de diversión, todo lo que uno necesita está a la mano.


Se ha hecho mucha propaganda negativa de esta ciudad, sin embargo todas las veces que he ido, gracias a Dios, nunca me ha pasado nada, mi hijo con tantos años viviendo allá, tampoco ha sido víctima de ningún delincuente. creo que es como en todas las ciudades, que tienen su lado bueno y malo.

Tuvimos oportunidad de ir a las pirámides de Teotihuacán, es un lugar tan grande, que en verdad uno se cansa al hacer el recorrido, lo peor es que nos tocó un día muy lluvioso y con frío, pero nada de eso nos desanimó para seguir adelante, aunque les cuento que yo nada más llegué al primer piso de la pirámide del sol, como sigo con mi mano izquierda enyesada pues no me atreví a subir más. mi hija y mi yerno si lograron subir a la pirámide del sol y a la de la luna, la verdad que se merecen un trofeo, porque estaban con el clima en su contra, pero son muy aventados.


También fuimos al zoológico de chapultepec, lo que nos llevó ahí fue el deseo de mirar a los ositos pandas, pues como saben ya quedan muy pocos en el mundo, vimos a tres de ellos, uno, que supongo era la mamá, porque estaba muy grande, estaba acostado boca abajo a todo lo ancho encima de una mesa, los otros dos andaban jugueteando en el patio, que está acondicionado con juegos, comiendo bambú. es impresionante ver a estos animalitos en cautiverio viviendo tan bien y cómodamente, estoy segura que si vivieran libres, no vivirían tan bien.


Dimos un paseo en turibùs que recorre lo más bonito y sobresaliente de la ciudad, escuchando por medio de audìfonos en varios idiomas, la historia de cada edificio y lugar por el que pasábamos. es muy bonito conocer un poco más de nuestro país hace que uno se sienta muy orgulloso de pertenecer a el. yo les puedo decir que he estado en varias partes, pero como buena provinciana, sigo prefiriendo mi querida Ensenada, es una ciudad pequeña pero encantadora, después de este viaje a la gran ciudad capital, con más razón prefiero vivir aquí, es muy bonito México, pero tiene otro ritmo de vida, la gente anda más de prisa (aunque no estén trabajando) no se comunican tanto como en provincia, yo creo que como dicen es el precio de la fama que se paga por vivir en grandes ciudades, así que he llegado a una conclusión...prefiero estar en una pequeña ciudad como mi Ensenada, seguir viviendo tranquila, sin prisas y admirando de lejos la hermosa ciudad de Mexico.

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