viernes, 22 de abril de 2011

La cuaresma y las viejas costumbres..



Cuando yo era chica oía hablar de la cuaresma y era otra cosa, me acuerdo que en estos días, las mamás nos decían que no teníamos que pelear con otros niños, tampoco portarnos mal con los padres, porque sino se iba a enojar Dios con nosotros, también recuerdo que no salíamos de la iglesia, como estaba chica no entendía nada de eso y además me aburría. Otra cosa que también guardábamos mucho, era no comer carne los viernes, por nada del mundo.

Hoy las cosas han cambiado, ya hasta la iglesia se ha vuelto más flexible, ayer oía al padre José de Jesús Aguilar ( el vocero de la iglesia ) de que nada de lo que dije antes, es pecado, pues de nada sirve guardar todos los mandamientos y en la vida real no ser una buena persona. Dijo que lo importante es portarse bien con nuestros semejantes, hacer el bien sin mirar a quien.

Muchas personas en estos días, hacen promesas como...no comer carne, no beber, no tener relaciones sexuales por toda la cuaresma, pero que me dicen en cuanto se acaba....vuelven con más ganas a entrarle a todos lo vicios, de que sirve entonces su dizque sacrificio en estos días.

No importa que días sean, llamese, cuaresma, día de las madres, navidad, año nuevo, día del padre, del niño o de lo que sea, el mantener una buena conducta es lo que cuenta, ser solidarios con los demás. Muchas personas dicen...yo no me meto con nadie, ¡pues hay que meterse!, no podemos quedarnos con los brazos cruzados ante las injusticias, como dice el dicho...hoy por ti, mañana por mi, nunca sabemos cuando necesitáremos de los demás, pero si nunca nos preocupamos por lo que pasa en el mundo, así mismo harán los otros cuando tengamos algún problema.

Dios está en todas partes, hasta debajo de las piedras, en el cielo en la tierra y en cualquier lugar, no tenemos porque creer que nada más en la iglesia lo encontramos, para empezar Dios está dentro de cada uno de nosotros y todo lo que hacemos, bien o mal, el lo sabe.

Todos los días hay que recordarle y darle las gracias por los bienes dados, no nada más voltear a verlo cuando nos va mal y pedirle hasta el cansancio que nos ayude, porque la mayoría de las veces, cuando nos va bien, ni siquiera nos acordamos que existe, pero en cuanto nos cambia la suerte, entonces si le pedimos día y noche.

Hay que ser agradecidos con Dios y la vida, si nos ponemos a pensar seriamente, nos daremos cuenta que en el transcurso de nuestra vida, son más las cosas buenas que nos pasan que las malas ¿por que creen? pues porque sin darnos cuenta Dios siempre está ahí, viendo nuestras necesidades, pero de eso ni cuenta nos damos, pero en cuanto nos pasa algo malo, le reclamamos a más no poder.

La vida está llena de matices, y la mayoría de las veces nosotros somos los que hacemos los problemas más grandes de lo que son, porque queremos más, y entre más tenemos más queremos, como barril sin fondo, hay que querer lo que se tiene y no lo que no se tiene, porque entonces jamás se será feliz con tanta ambición, tres cosas son necesarias para vivir bien, casa, comida y sustento, modestamente o con lujos pero cubren nuestras necesidades primarias, nada más que la mayoría de la gente no se conforma con una casita, quieren una casota, ni con un carro modesto, quieren un carro último modelo y eso es lo que no los deja ser felices.

Vivamos tranquilos y en paz con nosotros mismos y con los demás, dándole gracias a Dios por lo que tenemos, y no busquemos fuera lo que tenemos dentro, y sea la fecha que sea portarnos bien y no esperar un 10 de mayo para venerar a nuestra madre o la cuaresma para acordarnos de Dios, lo importante es tener la conciencia tranquila, porque los lujos no nos los vamos a llevar el día que le entreguemos cuentas al creador, solo nuestros actos hablarán por nosotros mismos, es mejor que nos recuerden por lo que hicimos y no por lo que tuvimos.

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